jueves, 11 de julio de 2019

Fotógrafos impresentables

Bueno, como este blog se actualiza cada vez que los astros se alinean con las pelotas de alguien del grupo McRatas (en los últimos años, sólo las mías), voy a copiar aquí algo que puse inicialmente en Twitter, para darle un poco de vidilla. Ahí va:

Este rant va contra los fotógrafos impresentables. Esos capullos que, porque son "pofesionales" y los ha contratado la organización de un concierto, se creen con derecho a molestar impunemente al público. Resulta, cretino, que si a ti te pagan por hacer fotos del concierto, yo HE PAGADO por verlo. Por lo tanto, no tienes ningún derecho a molestarme. He hecho de fotógrafo en algún que otro concierto, y mi primera regla siempre ha sido "que el público no se entere de que estás aquí".

Si te resulta imprescindible meterte por delante a molestar porque justo en ese punto está el encuadre para tu "foto perfecta", PIDE PERMISO. Aunque sólo sea con un gesto. No cuesta nada y seguramente, como sólo es un momento, te dirán que sí. Pero ojo: ese momento NO ES TUYO. Ese momento te lo ha "prestado" la persona que ha pagado por ver el concierto y que te ha dado su permiso para joderla momentáneamente. Así que pide, sé breve, prepara la cámara antes de colocarte y, sobre todo, DA LAS GRACIAS, aunque sólo sea levantando el pulgar con una sonrisa, para no romper el silencio.

El pasado viernes [5 de julio de 2019] estuve a punto de meterle su bonito 70-300mm f/4 por el culo a un fotógrafo, después de que se plantase delante mío sin preguntar, por segunda vez. Por suerte, mi santa esposa, más civilizada y también más eficaz, fue a presentar una queja a la organización. Con un poco de suerte, el año que viene se comerá los mocos o, si quiere hacer fotos en el festival, tendrá que apoquinar entrada, con la posibilidad de que así aprenda el valor del dinero.
Así que, queridos fotógrafos, recordad: El hecho de estar trabajando no os exime de ser bien educados.

miércoles, 2 de marzo de 2016

El milagro de la creación

Decía George Gershwin que la vida es como el jazz: es mucho mejor cuando improvisas. No lo niego, aunque me atrevo a matizar la afirmación. La preparación puede conllevar también el placer de la anticipación. Pero en fin, me estoy poniendo, una vez más, filosófico. Debe ser el alcohol, como siempre. Vamos al grano (de cebada, of course).

Como algunos ya sabréis, desde el pasado verano estoy haciendo realidad mi viejo sueño de aprender a tocar el saxo tenor. Mi profesor es Roberto Albrecia, al que al parecer, cuando estaba echando los dientes, su madre le ponía, para que no llorase, una boquilla de saxofón en lugar de un chupete. No dejéis que su aspecto juvenil os engañe: es, sin lugar a dudas, un Hombre Sabio Y Paciente. Sobre todo paciente, como demuestra el hecho de que todavía no haya abollado su saxofón contra mi durísimo cráneo. Todavía...

A veces, Roberto incluye en las clases ejercicios de improvisación. Pone una base de percusión o, mejor aún, se sienta al piano y me sigue, mientras yo me dedico esencialmente a soplar y pulsar llaves* de forma más o menos aleatoria intentando obtener sonidos juntables.

Pero... el jazz es magia, queridos niños. Y la magia sorprende hasta a los aprendices de brujo. El jueves pasado Roberto me hizo improvisar sobre una pentatónica de Re menor (es decir, utilizando sólo las notas Re, Fa, Sol, La y Do). Y allí estaba yo, bufando en la boquilla, pulsando una llave tras otra y concentrándome en pensar cuál sería la siguiente llave que pulsar para que aquello sonase moderadamente diferente de una pelea de gatos. Sol, Do, Re, La, Re con registro, La con registro, Do, Sol...

...y entonces ocurrió.

Mientras mis dedos seguían su curso, de repente oí una voz en mi cabeza que me decía:

-Joder, tío, TÍO, ¡QUE ESTO ES JAZZ! ¡¡ESTÁS HACIENDO MÚSICA!! ¡¡¡ESCÚCHALA, ES MÚSICA DE VERDAD, Y ES TUYA!!! ¡¡¡JODER, JODER, JODER!!!

Y sí, le hice caso y me paré a escuchar. Es decir, se paró mi mente mientras mis labios y mis dedos seguían, guiados por algún misterioso proceso desconectado, pulsando y combinando aquellas cinco notas y distribuyéndolas en dos octavas, en un tempo vivaz y desenfadado que se entrelazaba con el piano que, discretamente, marcaba el compás y ponía un fondo a mi cadencia. Aquello era MÚSICA. Jazz. Sonaba bien. Se podía escuchar. Y lo estaba haciendo yo. Yo. ¡Yo!

Acabó, como se acaba todo lo bueno. En algún momento decidí parar. Roberto me vio bajar el saxofón y también se detuvo. Me miró y me dijo:

-Hacia el final se te ha desbocado un poco el flujo de aire, pero no ha estado mal. Tocabas con mucha naturalidad.

-No sé si era yo quien tocaba... La música parecía ir sola. Yo tenía la impresión de estar sólo escuchando.

Sonrió y me dijo:

-Ésa es la verdadera forma de tocar. Estás llegando. Cuando lo tengas todo interiorizado, cuando no tengas que pensar en cada cosa al mismo tiempo, cuando consigas que el saxo sea un amplificador de tus ideas, tocarás de manera natural. La música está en ti; el saxo es sólo la herramienta para sacarla.

-...

Unos días después, mientras escribo esto y recapacito, me doy cuenta de que no será fácil. Pero precisamente eso es lo que lo hace interesante. Seguiré escuchándome, esperando esa desconexión que marca la diferencia entre nadar vigorosamente y dejarse llevar por la corriente. Y aprendiendo, día a día, a provocarla. No recuerdo a qué edad empecé a soñar con tocar el saxofón: ¿quince? ¿dieciséis? Pero, sea como sea, si el resultado es éste, ha valido la pena esperar.

* Releyendo el texto me he dado cuenta de que hablé de "teclas", pero en un saxofón las "teclas" o "botones" que uno toca para que suene reciben el nombre de "llaves". Por lo tanto, tres años y pico después, corregido queda.

lunes, 13 de julio de 2015

El paraíso es un sitio donde llueve

[Banda sonora: "Volver". Mejor la versión de Gardel, aunque la de Estrella Morente tampoco está mal.]

Bueno, aquí estamos otra vez, después de no actualizar el blog durante cinco años. Pero qué importa: si veinte años no es nada, como dice el tango, cinco son la cuarta parte de nada, o sea, también nada. Bueno, lo dejo que ya me estoy liando.

Me gustaría escribir algo sobre Argentina, donde estuve hace un año, pero me temo que no será el caso, al menos por el momento y hasta que encuentre ánimo. Argentina es infinita, abrumadora. Sus inabarcables distancias, sus llanuras, sus carreteras llenas de rectas interminables flanqueadas por campos de cultivo que llegan hasta donde la vista alcanza, hacen saltar por los aires las escalas mentales. El uso de la palabra "inmensidad" debería estar prohibido para todo aquel que no haya estado allí.

Como os decía, no voy a hablar sobre Argentina. Tengo miedo de que me salga un texto de tal extensión que no se lo acabe nadie. Vámonos, por lo tanto, a una islita de las Hébridas interiores, de sólo 40Km en su lado más largo: Islay.
[Banda sonora: "Obertura de las Hébridas - La cueva de Fingal", op.26, de Felix Mendelssohn". Mi versión preferida es la de Claudio Abbado porque es la primera que sale en Youtube].
 
La isla tiene sólo unos 600 kilómetros cuadrados (así a ojo y sin Wikipedia), y en ella vive más o menos la misma cantidad de gente que en mi pueblo, por lo que pude ver. O quizá un poco menos. Pero esa escasez de población se ve sobradamente compensada por una ubicua sobreabundancia de ovejas que, al ser el clima más frio (o más húmedo) que en la Meseta, son mucho más mofu-mofu (expresión japonesa que podéis encontrar explicada gráficamente vía Google) que las merinas.


Pero no sólo hay una gran abundancia de ovejas: también hay, en ese pequeño pedazo de tierra, ocho destilerías. Y me voy a dar el gustazo de mencionarlas una a una, porque esa extraña musicalidad del gaélico se lo merece: Ardbeg, Bowmore, Bruichladdich, Bunnahabhain, Caol Ila, Kilchoman, Lagavulin y Laphroaig. De ellas visité la mitad, más que nada por no acabarme la isla en el primer viaje (porque pienso volver). Ardbeg, dos veces: la primera en plan "normal", y la segunda fue algo que hay que haber visto para creerlo: la fiesta del bicentenario de la destilería. Entrada libre, y todo organizado como una fiesta mayor de pueblo: tenderetes con pescado ahumado, ostras, patatas, un concurso de lanzamiento de ovejas (muñecos hechos de lana y cuero, eso sí, que aquí eran unos bestias pero, al contrario que los españoles, han evolucionado y ya no ven con buenos ojos eso de torturar animales), travesías por la costa en un barco de época, un escenario con músicos... y whisky. Mucho whisky. Algo sencillamente increíble. Desde las diez de la mañana, a base de chupitos. Chicas con una botella y una tira de vasitos de plástico deambulando por los terrenos de la destilería y ofreciendo chupitos a cualquier ser humano que se cruzase en su camino. De hecho no todo eran chicas: había también un par de hombretones escoceses con toda su barba y patillas, pero os aseguro que después de un par de horas ya no se notaba la diferencia. De todas formas, si querías ser un poco más convencional podías dirigirte al tenderete-bar, donde te servían los chupitos en una barra improvisada o, si querías que te miraran mal, pedir una lata de Coca-Cola. Eso sí: la Coca-Cola te la cobraban a una libra esterlina. El whisky, el pescado y prácticamente todo lo demás... gratis. Me comentó el encargado de la barra que lo hacían para penalizar al que tuviese la infame idea de mezclar el whisky con Coca-Cola, crimen que supone la expulsión inmediata de la isla mediante el sistema de disfrazarlo a uno de oveja y hacerlo entrar en el concurso de lanzamiento más próximo, pero apuntando hacia la costa.
[Aquí vamos a meter más caña con la banda sonora: los Red Hot Chilli Pipers. Sí, Pipers.]

¿Qué más os puedo contar? Pues... de la fiesta prefiero no deciros mucho más, la verdad. Bastante maltrecha está ya mi reputación. Os hablaré de cómo Islay es una tierra que invita a la confraternización y a la amistad. De entrada, nada más llegar al hotel (bastante tarde, porque se nos retrasó el vuelo desde Glasgow), el dueño, un simpático abuelete, nos dijo: "Debéis estar muy cansados" y, sin más preámbulo, sacó una botella de whisky y nos ofreció sendos vasos. Ahora, decidme cuántas estrellas tiene que tener un hotel en cualquier otra parte del mundo para que te dispense ese recibimiento.

Otra cosa chocante son las carreteras: todas las carreteras de la isla, excepto la calle principal de algunos pueblos, son de un solo carril. ¿Cómo se circula? Muy sencillo: confraternizando. Cada cien metros aproximadamente hay un apartadero; cuando dos conductores ven que van a cruzarse, el que esté más cerca del apartadero se retira y deja pasar al otro. Evidentemente, eso provoca que, cuando dos conductores se cruzan, siempre se den las gracias saludándose con un gesto de la mano. Bonito, ¿no?


En fin, no quiero alargarme mucho más. Me dejaré en el tintero cosas como las increíbles cenas a base de enormes bandejas de marisco del día (había que avisar el día antes de que ibas a cenar marisco al día siguiente, y así lo encargaban al pescador por la mañana y, cuando lo traía por la tarde, te lo preparaban). O la rutinaria tarea de espantar a las ovejas de la pista de despegue del aeropuerto cada mañana. O esa sensación de que cada escocés es un amigo aunque no lo hayas visto en tu vida. O esas vallas en mitad de las carreteras para que las vacas no se escapen. Y, cómo no, esos chaparrones de veinte segundos, que te hacen entender la actitud vital de los escoceses: persigue tus metas y trata los obstáculos como simples molestias que puedes ignorar. Si persistes, no durarán mucho.




miércoles, 13 de enero de 2010

El aprendiz de Pelu (III). On parle français

Cada pueblo tiene sus tópicos. O mejor dicho, se los tienen los demás pueblos. Los alemanes son cuadriculados, los japoneses se matan a trabajar, los italianos son chapuceros... evidentemente no son los pueblos en cuestión quienes han creado el tópico, sino normalmente sus vecinos. Sin embargo, cuando uno viaja a la región en cuestión y toma contacto con la gente, descubre que el tópico es, en el mejor de los casos, una "media aritmética" de toda la población, y además la distribución asociada a dicha media no se corresponde para nada con una campana de Gauss.

Cuando tomé contacto con los franceses y, más concretamente, con los parisinos, llevaba en mente el tópico de que éstos no hablan un idioma extranjero (y mucho menos el inglés) ni que los maten, por puro orgullo nacional. Bueno, si tuviesen un idioma minoritario como el mío, que como podéis ver no lo uso ni yo, posiblemente sería un comportamiento razonable, pero dudo mucho que la lengua francesa se encuentre en peligro de extinción. De hecho, mis malignas cábalas habían llegado a formular la hipótesis de que, en realidad, el supuesto orgullo oculta la vergüenza de que no tienen ni idea de inglés, y que en realidad están mucho peor que nosotros y los italianos juntos. También es posible que, siendo mucho menos latinos que nosotros (recordad que hablo de los parisinos), tengan demasiadas inhibiciones como para lanzarse al despliegue gestual que nosotros ofrecemos a cualquier sujeto con pinta de turista que haga el más leve esfuerzo por poner cara de despistado.

¡Pero no! Cuál no sería mi sorpresa (y humillación, para qué negarlo) cuando, en cualquier tienda de barrio donde me metiese, al soltar un (para mí) impecable bonjúr, inmediatamente recibía un mucho más que aceptable good morning como respuesta. Incluso si insistía con ú són le tualé sivuplé o respondía con vèn rúsh al what would you like to drink de los camareros, no había manera: me fichaban como "usté no es d'aquí" y por lo tanto no dejaban el inglés.

A este comportamiento caben muchas interpretaciones, algunas bondadosas y otras malintencionadas. El primer pensamiento, por supuesto, es que quieren ser amables con los turistas. Bueno, tiene lógica, son una fuente de ingresos. Pero no penséis que en una ciudad como París eso podría importarles lo más mínimo: en Roma los romanos tratan a los turistas como a mierda, sin preocuparse lo más mínimo de lo cabreados que se vayan porque siempre vendrán más. En Roma, los turistas son como la energía solar: un recurso natural inagotable. Y en París también, pero da igual: a los turistas los tratan bien.

¿O tal vez no? ¿Es posible que la intención de los franceses sea humillar al extranjero? Si yo me dirijo a ellos en un francés razonablemente comprensible, no de "nativo" pero sí de "extranjero que habla el idioma", ¿por qué no asumen (aunque sea erróneamente, en mi caso) que la persona que tienen delante puede hablar francés y además desea hacerlo, y optan por una alternativa cómoda para ellos y satisfactoria para el turista? Mi mitad malévola (porque yo tengo una mitad malévola, queridos niños) sospecha que lo que quieren es humillar y frustrar al que se ilusiona con su idioma, transmitiéndole el mensaje subliminal de: "Mira tío, las cuatro palabrejas que me has podido soltar han sido tan lamentables que te será imposible entenderme o hacerte entender, o sea que vamos al inglés y deja el francés para las personas serias". O peor todavía, ¿están cayendo en el sionismo lingüístico de reservar su idioma exclusivamente para el Pueblo Elegido Para Hablarlo, negando ese derecho al resto de la Humanidad? Quiero creer que no: que detrás del empeño de los franceses en no hablar francés existe solamente un deseo de agradar al turista... o tal vez de rentabilizar el esfuerzo que emplearon en aprender inglés.

Como triste e irónica excepción a todo esto, quiero mencionar a una funcionaria del palacio de Versailles, concretamente una de las encargadas de entregar las entradas compradas por Internet. Esta mujer, obligada a tratar a diario con miles de turistas, la mayoría extranjeros ya que la compra previa por internet es particularmente cómoda para ellos, no habla ni entiende el inglés, y además no sabe usar un ordenador. Ni con el pasaporte delante fue capaz de copiar tecleando, letra a letra, un nombre tan largo y enrevesado como YOKO ONO. Al final tuvo que recurrir (una vez más, como ya había hecho para la mayoría de personas que teníamos delante en la cola) a su compañera, que tuvo que dejar esperando a su propia cola para amablemente traducir sus preguntas al inglés y nuestras respuestas al francés, hasta que al final se hartó y buscó nuestras entradas ella misma. Por supuesto las encontró al momento. Además, cuando le dije merci tuvo el detalle de contestarme de rien en lugar de you are welcome.

*ACTUALIZACIÓN* (Sí, cinco años más tarde. Es lo que tiene la vida). He tenido ocasión de preguntarle sobre esta cuestión a un francés de verdad. La respuesta ha sido: "por ir a lo fácil", es decir, por el pragmatismo de utilizar una lengua que los dos interlocutores conocen medianamente bien, mejor que una que sólo uno de ellos domina. Pues bien, como mi informador es de total y absoluta confianza (hasta lleva siempre una navaja encima, como yo), doy su versión por buena.

viernes, 25 de diciembre de 2009

El aprendiz de Pelu (II). Torreiffeles a cien

Anochece en París (las cinco de la tarde, tiene narices) y la caída del sol nos pilla en el Arco del Triunfo, monumento a un psicópata megalómano del que no hablaré aquí. Como queda cerca, decidimos llegarnos a la torre Eiffel, a ver qué aberración lumínica han construido con ella. La verdad es que vengo bastante cargado de prejuicios contra la iluminación nocturna de edificios de interés, porque normalmente lo que vemos por Barcelona y aledaños es un derroche de luz (anaranjada sólo en el mejor de los casos) apuntando hacia el cielo. Pero queda una esperanza: Rafa ha dicho que solamente la iluminan a las horas en punto y durante algunos minutos. Y lo que dice Rafa sobre iluminación va a misa.

Llegamos a la torre, y... bueno, una discreta iluminación dorada-anaranjada sin demasiado brillo, no está mal. Saco la cámara y me pongo manos a la obra, pero al poco se oyen unas campanadas lejanas, e inmediatamente parece como si a la pobre torre le hubieran vaciado por encima todos los todoacienes chinos de l'Ille de France: la sobria arquitectura metálica se inunda de lucecitas estroboscópicas que frustran cualquier intento de hacer una foto decente, para loor y gloria del ego de algún puñado de lampistas enloquecidos. Tras mandar mentalmente a la mierda a dichos lampistas, los mando también verbalmente y me guardo la cámara. Y ése era el momento que estaban esperando los lampistas dementes para subir la palanca y dejar la torre a oscuras otra vez. Mierda, una foto preciosa y yo con el trípode en un apartamento del Marais; como castigo, me voy a hacer un piercing nasal con él en cuanto vuelva. Pero antes, y dado que el permanente moquillo que la temperatura parisina viene provocando en mi nariz podría llegar a oxidar el trípode, intento una solución desesperada: soporte de cámara a base de abrigo y barandilla de puente (eso sí: sin quitarme la correa del cuello, no sea que acabe sacando fotos del Sena desde dentro; el esguince vertebral producido por la altura de la barandilla es lo de menos). Y aquí está el resultado:


Después de un breve garbeo por entre las patas de la torre, donde todavía hay gente haciendo cola para subir, vamos hacia una avenida y unos jardines con escaleras (el llamado Trocadero) desde donde es posible que encontremos una buena perspectiva para fotografiar la dichosa torre. Y en efecto la hay, con estatua y todo para dar un cierto efecto poético. Además, cuando llegamos los lampistas han vuelto a encender la torre pero se les ha fundido la mitad de las bombillas, precisamente las que habían comprado a los chinos (así les han ido). Toda una mejora:



Encantados con el resultado final del paseo, volvemos al apartamento parando por el camino para cenar algo. Final feliz, por ahora.

El aprendiz de Pelu (I). Impresiones de un viaje a París

No sé si la pereza acabará por vencerme, pero al menos que conste el intento. Tengo la intención de escribir sobre un breve viaje (una semanita) a un sitio donde no había estado nunca y en el que no se me había perdido nada, pero caprichos conyugales mandan. Estoy hablando, obviamente, de la ciudad citada en el título: París.

Cuando vas a viajar a una ciudad-icono (la expresión no es mía) ya tienes muy claro que cualquier fotografía que hagas ya está puesta en Flickr un mínimo de doscientas veces. En consecuencia he decidido que me voy a olvidar de ser creativo, de buscar la foto de mi vida y de ver lo que nadie ha visto, y voy a dedicarme a patear París, a hacer fotos de turista y a ver lo que YO no he visto. Y a disfrutar.

ACTUALIZACIÓN: Al volver del viaje y revisar el correo, me he encontrado en nuestra lista de correo de amiguetes con que Javier ha desenterrado un artículo de Pelu, al parecer viejísimo, que da en treinta y tres líneas (y con mucha más belleza y contundencia, para qué negarlo) una versión más general del mismo pensamiento que yo acabo de dar en tres. En resumen: que si tenía alguna duda sobre el título de esta serie de artículos, se me ha quitado de golpe.

jueves, 29 de octubre de 2009

Nuevo libro para los trekkies



Ya podéis ir a vuestra librería o centro comercial favorito a conseguir el libro más extenso y detallado que se haya publicado jamás en España sobre Star Trek. 22 eurillos para un libro de más de 300 páginas, lleno de fotos, datos y curiosidades nunca antes publicadas.
Ah!... y leed en la primera página los agradecimientos de los autores. ;-)

lunes, 5 de octubre de 2009

Resistance is futile

Acabo de leer esto en una entrada anterior del blog, escrita por Luis:
Hace ya 1 mes que uso la tarifa de datos BlackBerry Ilimitada de Vodafone, la opción mas interesante del teléfono ... estar "Siempre Conectado", con acceso ilimitado a Internet (sin limite de datos y sin bajadas de velocidad, eso si siempre a la máxima velocidad que permita la cobertura).
No sé si los McRateros (si es que alguno se molesta en leer el blog compartido que montamos en un momento de calentura comunicativa) es plenamente consciente de las implicaciones de este servicio. Lo voy a repetir, por si acaso a alguien no le ha quedado claro:

Siempre conectado.

Es decir, siempre. Permanentemente. Llevar siempre la blackberry, el 3G o la PDA encima, y siempre, siempre, tener acceso directo e inmediato a la información, independientemente de dónde estemos. Y no sólo eso: también producir y enviar información de tal manera que los demás tengan acceso a ella, estén donde estén: twitter, SMS o incluso (cielos, qué demodée que es eso ya) la llamada telefónica para retransmitir en directo lo que estamos haciendo: "Estoy saliendo del avión, ahora bajo la escalerilla, me estoy subiendo al autobús ese que te lleva a la terminal", está arrancando..." En fin, para qué seguir. Ya lo habéis entendido, ¿verdad? No exagero, no: me encontré un sujeto encorbatado y con maletín que iba retransmitiendo sus andanzas aeroportuarias. Tentaciones me entraron de seguirlo cuando vi que se dirigía a los lavabos (lo que habría dado yo por oír "me la estoy sacudiendo"...), pero el vuelo me había dejado cansado y mi pensamiento prioritario era llegar a casa.

A esto sumémosle la versión neandertálica de los ciber-implantes: el auricular Bluetooth para el móvil, pequeñito y discreto. Te lo pones, y vas hablando con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en el vacío; si estás con otra gente, éstos nunca saben si hablas con ellos o con tu siquiatra invisible. De ahí pasaremos (y si no, al tiempo) a los implantes intracraneales directos. Será muy práctico: daremos un toque de lengua en un diente, pronunciaremos el nombre o número de teléfono, y ¡voilà! Nuestro interlocutor notará un zumbido en su cráneo y no tendrá más que pulsar su diente con la lengua para iniciar la conversación.
Más adelante vendrán las gafas HUD, lentillas HUD, y finalmente implantes retinales HUD. Tardaremos un poco más en tener control cerebral de dispositivos mecánicos, pero ya se están empezando a desarrollar HUD interactivos, es decir, que permiten utilizar la mirada para darles órdenes o información. Entonces podremos leer los mensajes de correo electrónico, los twitters y el blog de McRatas directamente en nuestras retinas. De ahí a inyectarlos directamente en nuestras neuronas mediante impulsos eléctricos, mediará un paso que se acabará dando, de modo que los implantes retinales serán tan obsoletos como lo son ahora los teléfonos fijos.

En resumen: modificaciones corporales para enviar y recibir información de manera instantánea y continua, y conexión permanente a una red colectiva global. ¿A alguien le suena la ecuación? Para los más lerdos, aquí va una pista:


¿Que no? Quizás no lo veremos, pero podéis estar seguros de que sucederá. Tiempo al tiempo. Pensadlo bien: estamos evolucionando, como cualquier otra especie. Y nuestra evolución nos está llevando a interconectarnos; para bien o para mal, el camino elegido por la especie es el de unificar los pensamientos, como hace un millón de años fue el de unificar las fuerzas para cazar en grupo y formar tribus (tribus, clanes, naciones, federaciones... la tendencia sigue también por esta vía). Puede ser bueno y llevarnos a mejorar y seguir adelante, o puede ser malo y llevarnos a la extinción a causa de algún inconveniente que no hayamos previsto todavía (¿quién les dijo a los dodos que era una buena idea tener el culo gordo y poner los huevos en el suelo?), pero lo cierto es que es inevitable. Siempre habrá, por supuesto, fuerzas inerciales, como los "abogados de la privacidad", que se resistirán a poner su información más íntima al alcance de todos. Pero acabarán por extinguirse o, mejor dicho, el colectivo acabará por asimilarlos.

Pero quien piense que el escalón final de la especie humana será la mente colectiva, se equivoca: aún se puede ir más allá.

Resumiendo: Tranquilos. El futuro es radiante y pacífico.

sábado, 3 de octubre de 2009

Muebles vertiginosos

Hay mujeres fantásticas para un polvo de una noche, pero desastrosas para una relación duradera. Ikea es como una de esas mujeres: si lo que necesitas es un mueblecillo para llenar un rincón, casi seguro que encontrarás lo que buscas, pero si pretendes confiar en Ikea para amueblar una habitación de manera más o menos permanente, estás perdido. La efímera duración de los productos en su catálogo es, según comentario de un empleado anónimo, "un mal endémico". Si, dos meses después de haber sobrecargado tu coche con innumerables Paquetes Planos(tm) y haber solucionado el entretenimiento de una tarde de domingo a base de destornillador, decides que te interesa una nueva rinconera para ganar espacio de almacenamiento, descubrirás que el color que elegiste en su día ya no se fabrica o, peor aún, que ya no puedes comprar una segunda vitrina para poner una a cada lado porque no hay, ni habrá nunca más. El mundo moderno es vertiginoso, e Ikea se precia de ser una empresa moderna.

domingo, 1 de marzo de 2009

2 Meses con BB Storm

Tras dos meses de uso de BB Storm o BP Storm ( Battery Pull Storm ) , he afinado todavía mas mis conclusiones.

Hace ya 1 mes que uso la tarifa de datos BlackBerry Ilimitada de Vodafone, la opción mas interesante del teléfono ... estar "Siempre Conectado", con acceso ilimitado a Internet ( sin limite de datos y sin bajadas de velocidad, eso si siempre a la máxima velocidad que permita la cobertura ) , recibir correos, facebook , flicker, navegación web, mensajería instantánea en todos sus sabores desde el propietario BlackBerry Messenger pasando por Google Talk, Windows Live Messenger, Yahoo Messenger, AIM, ICQ etc, YouTube, Google Maps y un largo ecetera de aplicaciones. Una de las cosas que mas me interesaba era la navegación GPS ya que en este terminal los mapas no residen en el dispositivo si no que se descargan junto con la información mas actualizada del trafico mediante la conexión a Internet y lcaro sin tarifa ilimitada de datos seria la ruina utilizarlo ... en mi anterior entrada del Blog expuse unos puntos los cuales voy a puntualizar decir que toda esta entrada esta revisada con el firmware beta 4.7.0.109 ...

1/Uso como teléfono
Sigo opinando lo mismo que en mi anterior entrada ... aunque me gustaría que cuando te llaman apareciera la foto de la persona que te llama mas grande ya que se ve pequeña y me parece que desaprovecha la enorme pantalla del teléfono.

2/Uso Multimedia (vídeos, música y fotografías)
Ya no se laguea el acelerometro al cambiar de posicion y un aumento general de velocidad en la vision de fotos, asi como mejora de algunas de las opciones y controles de la parte multimedia.

3/Uso como Cámara de fotos
Mejorada enormemente la velocidad de autofocus y rapidez de la toma de fotos, mejorado el grano que aparecia en las fotos con mas oscuridad ... Buen trabajo RIM ...

4/Uso como Cámara de video
Eliminado el Bug que colgaba las grabaciones si estan eran largas y se usaba la memoria adicional como repositorio de grabacion.

5/Uso Internet
- Correo PUSH al instante con formato texto plano o HTML, permite adjuntos y es una autentica delicia.

- Navegador internet rapido y funcional aunque me gusta mas Opera Mini que el Browser que viene por defecto en el terminal (pero esto ya es cuestion de gustos)

- Clientes de Mensajeria instantanea, rapidos y funcionales .. hecho en falta SKYPE ( cliente de mensajeria que usamos en el trabajo) a ver si se ponen las pilas y lo sacan para este terminal.

-Viigo visor de fuentes RSS del cual me he vuelto adicto. Utilidad Imprescindible.

-WeatherBug, el tiempo de cualquier lugar del mundo actualizado con el intervalo que tu desees con prevision del dia y los proximos 6 dias. Utilidad Imprescindible.

- YouTube bien implementado en el telefono, aunque los videos al ejecutarse en pantalla completa se pixelan en demasia.

- Flicker, Facebook, MySpace y demas aplicaciones Web 2.0 buenos ports para este terminal aunque no los uso apenas ...

Impresionante las opciones de acceso a internet del terminal un 10 para RIM en esta parte.

6/ Uso como GPS
- Google Maps localizacion tanto por triangulacion de torres de telefonía como con el GPS integrado del terminal, excelente tanto vista de mapa como vista de satelite usando ademas las opciones tactiles del terminal, lastima qeu no sirva como GPS de navegacion puerta a puerta con comandos de voz.

- Blacberry Maps usa tecnologia Google Maps, asi que exactamente igual pero sin la opcion de vista satelite solo mapas ...

- NAV4ALL ... no gasteis vuestro valioso tiempo descargado esta basura de software, aunque todavia es beta y gratis durante 1 año no merece la pena a no ser que mejoren mucho o lo reprogramen entero, la version que probe duro exactamente 35 minutos en mi terminal pesimas indicaciones, falta de radares, no lleva navegacion en tiempo real, problemas de posicionamiento y localizacion, mapas desactualizados ... nada se salva de la quema ...

- Vodafone Find & GO
Aparte que es una aplicacion de pago (de la que tengo 2 meses gratis de prueba del que he consumido 1) tiene muchisimas limitaciones si lo comparamos con cualquier software de GPS del mercado (TOM TOM Navigator, Garmin, Destinator o cualquier otro) defectos que le he encontrado hasta ahora

- Pesima actualizacion de radares en mi ruta habitual de trabajo hay 5 radares de los cuales solo detecta 1, pese a que hace mas de 2 años que los 4 restantes que no detecta estan colocados ¿ donde estan esas actualizaciones ?

- Descarga de Mapas desde internet, mala idea con problemas, que pasa cuando te quedas sin cobertura porque llueve (me ha pasado 3 veces en 1 mes) efectivamente te pierdes y te dice que no ha sido posibe descargar el mapa :-?¿

- Pesimos recalculos de ruta, ademas si te sales de la ruta como no ha descargado el mapa del lugar donde te encuentras tarda entre 1 a 2 minutos en descargar el mapa ( si hay problemas de cobertura añade minutos y frustracion a tu viaje) y recalcular la ruta con lo que das mas vueltas que una peonza y se alarga tu trayecto hasta el lugar deseado si no lo conoces.

- Informacion actualizada de trafico pesima y sin rutas alternativas, si hay trafico te avisa "TRAFICO EN LA RUTA" te añade 5 minutos mas de tiempo a tu hora prevista de llegada pero sigue guiandote por la ruta colapsada y no hace un recalculo de itinerario alternativo para evitar los atascos, de que me sirve que me diga que la c-58 esta colapsada si no me da una via alternativa con menos congestión ... inexplicable.

- Carece de modo nocturno con con lo siempre esta con los mismos colores y de noche emite demasiada luz en el interior del coche, opcion basica y entandar en otros navegadores, tampoco te permite cambiar la paleta de colores manualmente ...

- Volumen casi inaudible y no lleva opcion para subir el volumen :-?¿ si mutearlo pero no subirlo :-??

- Ni se te ocurra viajar al extranjero con este GPS, los gastos de trafico de datos por roaming te permiten comprar un navegador GPS dedicado. Cuidadito que Andorra es otro pais y podeis pillar una factura que os de dolor de estomago 2 semanas. Suerte que el telefono (no el programa navegador) te permite desactivar de forma automatica el trafico de datos si esta en iterancia.

- Alguna cosa buena tendria que tener y es que el propio programa te permite descargar de internet una serie de PDI como restaurantes, hoteles o aparcamientos localizando la señal GPS de donde te encuentras.

el GPS una de las opciones que mas necesitaba he acabado descartandola y es que necesito un programa de GPS con los mapas en el terminal y que solo se conecte a internet para descargar las opciones de trafico cosa que con los que he probado no existen y no ha salido ningun programa al mercado que permita esto.

Un Buen teléfono con el que RIM debe seguir evolucionando y dotandole de mejoras ya que tiene muchas prestaciones pero le falta una revision definitiva de firmware que deje perfecto el terminal. Sigo considerandolo un producto inacabado en lo que respecta al software del terminal, en estos 2 meses le he puesto 9 firmwares beta diferentes que han ido solucionando problemas, pero añadiendo otros (por eso son betas) esperemos que RIM saque una version redonda de firmware. Bateria insuficiente no soporta 1 dia entero de mi ritmo detrabajo, como sospechaba el uso de internet en 3G hace este terminal un "Batery Whore", chupa bateria como un condenado. Aun asi estoy contento con el terminal y lo considero un gran avance frente a mi Nokia E61.