jueves, 11 de julio de 2019

Fotógrafos impresentables

Bueno, como este blog se actualiza cada vez que los astros se alinean con las pelotas de alguien del grupo McRatas (en los últimos años, sólo las mías), voy a copiar aquí algo que puse inicialmente en Twitter, para darle un poco de vidilla. Ahí va:

Este rant va contra los fotógrafos impresentables. Esos capullos que, porque son "pofesionales" y los ha contratado la organización de un concierto, se creen con derecho a molestar impunemente al público. Resulta, cretino, que si a ti te pagan por hacer fotos del concierto, yo HE PAGADO por verlo. Por lo tanto, no tienes ningún derecho a molestarme. He hecho de fotógrafo en algún que otro concierto, y mi primera regla siempre ha sido "que el público no se entere de que estás aquí".

Si te resulta imprescindible meterte por delante a molestar porque justo en ese punto está el encuadre para tu "foto perfecta", PIDE PERMISO. Aunque sólo sea con un gesto. No cuesta nada y seguramente, como sólo es un momento, te dirán que sí. Pero ojo: ese momento NO ES TUYO. Ese momento te lo ha "prestado" la persona que ha pagado por ver el concierto y que te ha dado su permiso para joderla momentáneamente. Así que pide, sé breve, prepara la cámara antes de colocarte y, sobre todo, DA LAS GRACIAS, aunque sólo sea levantando el pulgar con una sonrisa, para no romper el silencio.

El pasado viernes [5 de julio de 2019] estuve a punto de meterle su bonito 70-300mm f/4 por el culo a un fotógrafo, después de que se plantase delante mío sin preguntar, por segunda vez. Por suerte, mi santa esposa, más civilizada y también más eficaz, fue a presentar una queja a la organización. Con un poco de suerte, el año que viene se comerá los mocos o, si quiere hacer fotos en el festival, tendrá que apoquinar entrada, con la posibilidad de que así aprenda el valor del dinero.
Así que, queridos fotógrafos, recordad: El hecho de estar trabajando no os exime de ser bien educados.