sábado, 13 de diciembre de 2008

Migrar de OS


Hace mucho tiempo que tengo ganas de migrar de OS, tanto como desde que conozco la existencia del OS de la competencia. Siempre he abogado por un OS libre, seguro y resistente y en el empeño por conseguirle la única opción viable para mi un Linux, independientemente de la distro. No obstante, por muchas ganas que tengo de dar el cambio siempre, siempre, siempre hay algo que me ata a las ventanas y no son razones tecnológicas, ni razones comerciales, son más razones de perezas que me impiden abordar nuevos retos.

Conozco y he probado diferentes distros, las he instalado y jugado con ellas, pero cuando llega el momento de autoengañarme para decidir quedarme con la versión instalada, siempre debo cerrar filas ante el OS que actualmente impera en todas mis máquinas, bueno, menos en la Treo. No es fidelidad a la casa matriz, ni muchos menos a sus interface, es más una cuestión de perfecta armonía con las herramientas que he ido encontrando durante todo este tiempo, me he acomodado con ellas y ahora no hay forma de moverme. Algunas, como las muchas utilidades para la Palm, no están disponibles para Linux y otras, como mi gestor de correo, le da mil vueltas al gratuito y portable Thunderbird.

Por ello, aquí me tenéis abanderado con las ganas de migrar, pero con la incapacidad de hacerlo por las muchas razones que me retienen, aun siendo el primero que aconsejo su instalación y su uso diario, me siento como cobarde (con buenas razones) cuando no me atrevo a dar el paso. Desde el sofá, con el reposapiés levantado y el refresco en una mano y el mando a distancia en la otra: hoy, no migro.

1 comentario:

  1. Estoy en tu misma situación aunque tengo particiones de otros SO en mi equipo de casa y en mi portátil, y en mi PC del trabajo tengo hasta 7 SO virtualizados (por eso te tener los SO de los clientes para poder darles soporte o probar cosillas ) siempre acabo en Ventanucos y es que tengo una serie de aplicaciones a las que me he acostumbrado de las cuales es difícil desprenderme ... al fin y al cabo no me sale a cuenta calentarme el coco y prefiero dedicar el poco tiempo libre que me queda a otras cosas ...

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